En la actualidad hay otros medios para contar historias empleando las herramientas de la Web 2.0, que cada vez ofrecen más opciones, es lo que se llama narración digital o digital storytelling. Un tipo de narrativa breve, usualmente personal contada en primera persona, presentada como una película corta para exhibirse en una pantalla.
La narración digital ofrece a la educación la posibilidad de promover en los estudiantes habilidades de pensamiento crítico, la composición escrita y el alfabetismo en medios, siempre y cuando se dé prioridad a la historia y luego al medio digital. Mediante la creación de narrativas personales digitales, los estudiantes se convierten en creadores activos, en lugar de consumidores pasivos de multimedia, como bien dice Jason Ohler, Director del Programa de Tecnología Educativa de la Universidad de Alaska, Estados Unidos especialista en el mundo de las narraciones digitales y su aplicación en educación.
Para crear y editar Narraciones Digitales se necesita software de tres tipos: edición de vídeo, audio e imagen, pero también existen herramientas como Bookr que crean y compartie libros de fotos utilizando las imágenes que hay en Flickr o Bubblr, que sirve para elaborar cómics. Pero por le Red circulan otras, mucho más específicas, como Storybird, Mixbook, Panraven, Fuzzwich, Doink, Showbeyond o Storyjumper, todas ellas, de momento en inglés (Educ@conTIC).
Aunque esto de la narración digital parece ser campo de desarollo dentro del mundo educativo, con lo expuesto tenemos herramientas e ideas suficientes para proponer y montar un taller de narrativa digital en nuestras bibliotecas sin apenas coste, pudiendo ser un atractivo para los usuarios -y no usuarios- más jóvenes.
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