mas afortunados somos,
que hoy, de todo se escribe y se
publica,
y de todo podemos leer.
Leamos para evadirnos,
para saber y reflexionar,
para soñar,
para sentirnos amados,
para compartir,
para combatir el insomnio,
para viajar por el mundo y en el tiempo,
para no sentirnos solos o disfrutar de la más íntima
de las soledades.
Leamos en silencio o en voz alta
para nosotros o para los demás
sobre el papel o en la pantalla
anotando para no olvidar
subrayando para aprehender.
Leamos en la playa o en la piscina
bajo un árbol o sobre la cama
en la alcoba más recóndita o en la más
pública de las bibliotecas.
Y si no sabes qué leer pregunta a tu bibliotecario/a.
(Ana Mª Rodrigo Echalecu)
y de todo podemos leer.
Leamos para evadirnos,
para saber y reflexionar,
para soñar,
para sentirnos amados,
para compartir,
para combatir el insomnio,
para viajar por el mundo y en el tiempo,
para no sentirnos solos o disfrutar de la más íntima
de las soledades.
Leamos en silencio o en voz alta
para nosotros o para los demás
sobre el papel o en la pantalla
anotando para no olvidar
subrayando para aprehender.
Leamos en la playa o en la piscina
bajo un árbol o sobre la cama
en la alcoba más recóndita o en la más
pública de las bibliotecas.
Y si no sabes qué leer pregunta a tu bibliotecario/a.
(Ana Mª Rodrigo Echalecu)